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Hacía años que este menda no frecuentaba el entretenidísimo mercadillo de viejo.  Y sin saber por qué le dio el avenate de agarrar el carrito de lona de la compra y largarse hacia la Encarnación camino de Regina,donde le encogió el pecho el cementerio de tiendas cerradas tras el fracaso de alguna vida,cada una de ellas de una familia con el drama a cuestas.

En la primera y decisiva plazuela de los puestos mercó unos cuantos platos semiantiguos que tenían su gracia.           Y emprendió el éxodo Feria adelante examinando con el debido sosiego y parsimonia los millares de piezas que se exhibían pidiendo a gritos un comprador.  Sin olvidar lo mejor,el fascinante espectáculo de la fauna humana de vendedores,clientes,desocupados y curiosos que abarrotaban tan interesante recinto.  Al llegar al final del Jueves me di cuenta de que apretaba el hambre y empecé a buscar un mesón para desayunar,con ánimo de recorrer a la vuelta la acera de enfrente del zoco de ocasión.  Y allí justamente en la esquina descubrí una humilde taberna oculta por una montaña de ropa usada en venta,y de milagro encontré un velador libre y me puse a devorar la tostada con aceite mojada en el café con leche.  Y a esto pum,apareció Lucas con su bicicleta,el trovador que se echó una novia americana y se fue a vivir con ella once años a Nueva York.   

--  Lucas,arrímate al postigo y ponte morado con un desayuno continental de huevos con jamón.

Tras el aventurero,músico y poeta,pues chas,Manolito Darnaude Giménez se materializó por allá y se unieron él y su brillante conversación a los desayunadores.  Y a los pocos minutos nos oteó a los allí escondidos Raquel,arquitecta y estudiante de Filosofía,amiga de Manolo y que precisamente iba buscando en su móvil el número del nieto del ministro para conversar con él.  Entonces Raquel y Darnaude se dedicaron a hablar entre sí de sus intimidades con manifiesta complicidad.    Pero no paró aquí la cosa.  De repente nos atisbaron no sé cómo una íntima de Lucas,Isabel Camiña,actriz,cuentacuentos,ventrílocua y medium espiritual,un encanto humano con tó el arte,enlazada a su primo,novio y jefe,arrimaron unas sillas y arremetieron con la cerveza pues ya era la hora del aperitivo. Personajes interesantes,exóticos e inimitables donde los haya.   Y a esto va y pasa por nuestra vera nada menos que Miguel,el alma del originalísimo  y famoso  bar nocturno de copas     Garlochi ,en los aledaños de La Alfalfa,quien declinó la invitación a sentarse y explicarnos la barroca decoración de su establecimiento conocido en todo el mundo.  Y el broche de los transeúntes que nos adivinaron en aquel recinto invisible fue Carmen,la buena samaritana que por las mañanas se dedica a ayudar a la gente necesitada con un hermoso desinterés.  A las ocho y pico de la mañana ya está echándole una mano sin pasar factura a Miguel,el genio  -que lo es-  que regenta el quiosco de prensa de           La Campana.  Pues eso  :  que allí no nos veía nadie y sin embargo,debido a una feliz concatenación de casuales coincidencias harto causales , en aquel rincón oculto del Jueves se reunió un puñado de ávidos comensales de la vida,granos únicos e insustituibles de la sal de la tierra,que interaccionaron unos con otros porque estaba escrito y tenían que enseñar a y aprender de unos de otros en esa mañana una mijita gloriosa con el azahar explotando en los árboles y en los corazones y el alma temblorosa por el placer místico que estalla en cuantito unos espíritus arrimados entre sí se miran hondamente a los ojos.